Queridos amigos,
por estas fechas se cumple un año desde que di la espalda a una grave enfermedad. Por prescripción médica tuve que dedicar parte del día a dar largos paseos. Felizmente volví a poder dedicarle tiempo a mi querida cámara.
Os invito a visitar un blog que ha tomado forma durante todo este año pasado, con fragmentos de esos paseos, los cuales me devolvieron el amor por la fotografía, que por esas cosas raras de la vida, había pasado a un segundo plano.
Como las cosas que menos sentido tienen terminan siendo muchas veces las que marcan tu camino, me dejé llevar por las circunstancias que me habían tocado vivir. Empecé a disfrutar de la libertad que me brindaba la vida y la nueva mirada con la que contemplaba el mundo. Libre de ataduras comerciales, empecé a experimentar y a sorprenderme con historias y situaciones corrientes que a mis ojos se transformaban en fotografías . Me sentía cómoda con está nueva manera de mirar y con la sensación de estar redescubriendo mi faceta de fotógrafa callejera y social.
El resultado de esos paseos físicos y experimentales los podéis ver en este blog . Un cajón de sastre que finalmente ha tomado forma y coherencia a base de trabajar todos los días planteándome nuevos proyectos y retos.
Espero que todos los kilómetros que he pateado (contribuyendo así a preservar la capa de ozono) sirvan para contagiaros el espíritu con el que he tomado estas fotos y , porqué no, ¡¡que disfrutéis!!.
por estas fechas se cumple un año desde que di la espalda a una grave enfermedad. Por prescripción médica tuve que dedicar parte del día a dar largos paseos. Felizmente volví a poder dedicarle tiempo a mi querida cámara.
Os invito a visitar un blog que ha tomado forma durante todo este año pasado, con fragmentos de esos paseos, los cuales me devolvieron el amor por la fotografía, que por esas cosas raras de la vida, había pasado a un segundo plano.
Como las cosas que menos sentido tienen terminan siendo muchas veces las que marcan tu camino, me dejé llevar por las circunstancias que me habían tocado vivir. Empecé a disfrutar de la libertad que me brindaba la vida y la nueva mirada con la que contemplaba el mundo. Libre de ataduras comerciales, empecé a experimentar y a sorprenderme con historias y situaciones corrientes que a mis ojos se transformaban en fotografías . Me sentía cómoda con está nueva manera de mirar y con la sensación de estar redescubriendo mi faceta de fotógrafa callejera y social.
El resultado de esos paseos físicos y experimentales los podéis ver en este blog . Un cajón de sastre que finalmente ha tomado forma y coherencia a base de trabajar todos los días planteándome nuevos proyectos y retos.
Espero que todos los kilómetros que he pateado (contribuyendo así a preservar la capa de ozono) sirvan para contagiaros el espíritu con el que he tomado estas fotos y , porqué no, ¡¡que disfrutéis!!.
